La motivación es lo que hace que una actividad no sea un ejercicio sino un juego. La motivación se transmite: se enciende en uno y nos traspasa, creando una atmósfera donde el disfrute acompaña al aprendizaje. El gran desafío no es tanto generar la motivación, sino mantenerla encendida; por eso cuidamos todos los detalles de nuestros materiales, facilitando el camino lúdico y terapéutico.